El olor, color y apariencia de los alimentos no es lo único que las personas buscan a la hora de seleccionar sus productos. También está adquiriendo mucha importancia la forma en que están cultivados.
El cultivo de alimentos orgánicos como frutas y verduras, lácteos, carnes y huevos que proceden de animales a los que no se les administra antibióticos ni hormonas de crecimiento, está creciendo en popularidad, así como su filosofía de protección al medio ambiente por el rechazo del uso de pesticidas químicos, fertilizantes derivados del petróleo o de fangos químicos, ingeniería genética y radiación iónica.
Los alimentos orgánicos comenzaron a tomar auge desde hace más de tres décadas. Y, según la Asociación Mercantil de Productos Orgánicos (Organic Trade Association, OTA), actualmente la agricultura orgánica constituye el sector de más rápido crecimiento en la economía agrícola.
Por lo tanto, no es de extrañar que no sólo se consigan estos productos orgánicos en los mercados especializados o tiendas naturistas, sino que los supermercados y grandes cadenas de comestibles le dediquen un espacio especial a estos alimentos. Datos de la OTA señalan que casi la mitad de los principales supermercados de los Estados Unidos vende productos orgánicos, siendo los vegetales, las frutas, los cereales y los granos los productos que más se consumen.
Ecología alimentaria
Debido al cuidadoso proceso de producción de los alimentos orgánicos, la cual nos remonta a la agricultura anterior a los años cincuenta, existe el convencimiento entre sus adeptos de que este tipo de productos son más saludables y nutritivos.
Por eso no es de extrañar que desde las madres hasta los chefs más famosos del mundo estén recurriendo cada vez más a consumir productos orgánicos, a pesar de que éstos son de un 20 a un 30 por ciento más costosos que los productos convencionales, según información de la revista norteamericana Business Week.
Una distinción especial
Desde el 21 de octubre de este año estos alimentos se distinguen aún más del resto de los comestibles debido a un sello que los caracteriza según sus componentes orgánicos, haciéndole más fácil a los consumidores distinguir los productos.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos reguló el empaque de estos productos en diversas categorías. Los productos que son completamente orgánicos tienen un sello que los identifica como: "100 por ciento orgánico", mientras que los productos que tienen al menos un 95 por ciento de ingredientes orgánicos ostentan un sello que los identifica como "orgánicos". Los productos que contienen por lo menos un 70 por ciento de componentes orgánicos tienen un sello de que "contienen ingredientes orgánicos" o de que son "hechos con ingredientes orgánicos". "Es muy importante que se aprobara un instrumento de este tipo porque contribuye a definir los criterios para la producción y la venta de un tipo de alimentos en los cuales está interesada mucha gente. En estos llamados alimentos orgánicos, como otros llamados naturales, es bien sabido que hay muchos intereses comerciales que, con frecuencia, olvidan la responsabilidad ética que deben tener ante los consumidores", señaló el doctor Eleazar Lara-Pantin, médico y especialista en nutrición de MiDieta.
Asimismo, el doctor instó a que no sólo se coloquen las etiquetas en los productos, sino que las entidades involucradas deben educar a los consumidores para que la información les resulte más provechosa.
La educación sobre las diferentes clases de alimentos que se venden es sumamente importante porque esta información sirve para tener una idea más clara del tipo de alimentos que consumimos y cómo éstos nos pueden ayudar a obtener una alimentación sana y a evitar problemas con la salud.
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