viernes, junio 11, 2010

Cuídese de la gripa

Esa gripita que tiene o que le está empezando puede ser la mismísima que hace un año puso a temblar a todo el mundo. Sí señores, hablo de la AH1N1.

Con este virus toca aprender a vivir, porque llegó para quedarse. No quiero decir que se va a morir, que va a tener que irse del país o retirarles el saludo a los amigos que moquean, sino insistir en que no baje la guardia con medidas de prevención, que deben ser más un hábito que una moda. So pena de pasar por cansón, se las repito por si ya se le olvidaron.

Entienda: el AH1N1 es un virus de la influenza que se originó en las cepas de la llamada gripa porcina. Hoy anda entre la gente como Pedro por su casa. Aunque no es esencialmente mortal, en algunos casos puede complicarle la vida. Pilas, ¿no?

No se confíe: ante el primer síntoma de gripa piense que puede tratarse de la AH1N1, así que use tapabocas (¿se acuerda de ellos?) y cámbielos todos los días si moquea. Si no tiene un pañuelo a la mano aprenda a toser en el pliegue del codo, y si no es necesario salir, mejor quédese en su casita.

No propague: lavarse las manos debería ser obligatorio por ley; hay que hacerlo cada rato, con agua y jabón (insístales a quienes tiene cerca que lo hagan también) y procure no tocarle la cara a nadie.

Pocos cariños: los mocos, la carraspeadera y la tos no van con los besos, los saludos de mano y los abrazos. Así que si está griposo, déjese de tanta saludadera...

Ni de vainas: olvídese de los bocaditos, de compartir utensilios y, en lo posible, de dormir acompañado cuando esté apestado. Piense que en tres días estará mejor.

Hidrátese: como ya lo sabe, la gripa hace que el cuerpo pierda agua por montones, así que tómese toda la que pueda, en cualquiera de sus formas, incluidas las aguadepanelas familiares, los jugos, las sopitas y la maternal caspiroleta. Beba sin horario. ¡Ah! Coma bien.

Actividad: procure mantenerse activo. Dicen los que saben que el ejercicio suave es bendito. Eso quiere decir que una caminata o un trote ligero durante veinte minutos ayudan a mejorar las defensas. Eso sí, hágalo sin quitarse el tapabocas. Mejor dicho: no se acueste a morirse.

Cuidado: si la fiebre pasa de 39 grados y se resiste a bajar, si la tos lo ahoga y el decaimiento no lo deja levantar cabeza, deje de leer esta columna y corra al médico. No olvide insistir en que lo examinen bien.

Por último: no se automedique. Dedique unos minutos a pensar en la gripa y hágame el favor de rodar esta columna entre sus conocidos, así no estén apestados. Total, algún día lo estarán.

domingo, junio 06, 2010

Hacer ejercicio hasta el final del embarazo es saludable para el bebé y la madre

Hacer ejercicio hasta el final del embarazo no tiene efectos perjudiciales en el peso o la talla del feto, según un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Madrid y del Instituto Karolinska (Suecia), publicado en International Journal of Obesity, que sí relaciona el sedentarismo de la madre con bebés más obesos.Sí relaciona el sedentarismo de la madre con bebés más obesos

En este trabajo participaron un total de 160 mujeres entre 25 y 35 años, todas con hábitos sendetarios y sin riesgo de parto prematuro. La mitad de ellas siguieron un régimen de ejercicio bajo la supervisión de expertos en actividad física y ciencias del deporte, en colaboración con la Unidad de Obstetricia y Ginecología del Hospital Severo Ochoa, de Madrid, y la otra mitad no hizo deporte.

Los autores del estudio utilizaron múltiples variables para evaluar la salud de los fetos, entre ellas su peso, talla y edad gestacional. Asimismo, analizaron losefectos del programa de entrenamiento que las mujeres desarrollaron durante el segundo y tercer mes de embarazo en el peso y la talla de sus bebés.

Según el investigador del Instituto Karolinska Jonatan R. Ruiz, principal autor de este trabajo, "la talla y la edad gestacional, así como otros parámetros de salud,fueron similares en el grupo de mujeres que siguieron el régimen de ejercicios que en aquellas que no realizaron actividad física durante la gestación, lo que indica que el ejercicio no hizo ningún daño a la salud de los fetos".

Los autores midieron también el peso de la madre antes de embarazo, la talla del feto y si la mujer había desarrollado o no diabetes durante la gestación. En el grupo de mujeres que no realizaron ejercicio, se observó que el peso de las madres antes de quedarse embarazadas estaba asociado al peso del recién nacido.

"Las madres sedentarias con un elevado peso antes de la gestación dieron a luz a bebés con más peso. Esta relación, sin embargo, no se observó en el grupo de mujeres que practicaron actividad deportiva durante el embarazo", concluyó el investigador.

Los españoles consumimos alimentos transgénicos sin saberlo

Los españoles consumen muchos alimentos transgénicos o derivados de transgénicos sin saberlo ya que, aunque los productos alimenticios deben ser etiquetados como transgénicos en cuanto que el 0,9% del mismo esté modificado genéticamente, son "muy escasos" los alimentos que advierten esta condición en su etiquetado, según los expertos del pasado Congreso Nacional de Endocrinología y Nutrición.

Un alimento transgénico ha recibido un material genético en un laboratorioUn alimento transgénico es aquel que ha recibido un material genético de otro organismo mediante diversas técnicas realizadas en un laboratorio y que por vías naturales nunca podría haber llegado a adquirir.

Según la doctora María Teresa Mories, miembro del Comité Organizador de este encuentro, "no podemos saber con exactitud qué cantidad de transgénicos consumimos". "Tenemos que considerar que productos como el maíz y la sojaestán presentes en más del 60% de los alimentos transformados y forman parte de diferentes aditivos, y que un importante porcentaje de estos vegetales que llegan a España proceden de países que cultivan transgénicos a gran escala", ha explicado.

"Además, desconocemos si mucha de la carne, leche o huevos que consumimos provienen de animales alimentados con piensos transgénicos porque, aunque la legislación obliga a etiquetar los piensos transgénicos, no obliga, en cambio, a etiquetar el producto final", apuntó la doctora Mories.

Las empresas incumplen la ley sobre el etiquetado de los transgénicos debido a la oposición de grupos ecologistas y poderes económicos a este tipo de alimentosPara el profesor Fernando González Candelas, miembro del Departamento de Genética de la Universidad de Valencia, las empresas incumplen la ley sobre el etiquetado de los transgénicos "debido a la oposición que a este tipo de alimentosejercen algunos grupos ecologistas y diferentes poderes económicos y sociales", pues "si una empresa decidiera etiquetar este tipo de alimentos como corresponde, estaría condenándose a su desaparición".

Los expertos coinciden en destacar que, pese al importante potencial que los transgénicos tienen tanto para la nutrición como para la salud, no cabe pensar enuna dieta única y exclusivamente basada en este tipo de alimentos. Para Vidal, la alimentación "debe pasar, ahora y en un futuro, por cualquier alimento que suponga una producción segura desde el punto de vista de la salud del consumidor".