lunes, julio 21, 2008

Comiendo bien para gestar

Proteína vegetal, leche entera y un peso estable, algunas de las recomendaciones para combatir la infertilidad femenina.

Mientras muchas mujeres en el mundo sufren el calvario de la infertilidad por falta de una ovulación adecuada, un reciente estudio prende las alarmas sobre lo que se debe y lo que no se debe comer si se quieren aumentar las posibilidades de tener hijos. Una de cada cinco mujeres en Colombia y cerca de 6 millones al año en Estados Unidos padecen el problema.

El libro publicado esta semana en los Estados Unidos asegura que las mujeres que siguieron cinco o más de las recomendaciones alimenticias de la dieta elevaron su fertilidad en un 80%. "Es la primera vez que una investigación clínica da respuestas precisas sobre la influencia de los alimentos, el ejercicio y el peso corporal en la fertilidad femenina", dijo ante la comunidad médica el doctor Jorge E. Chavarro en el lanzamiento de su libro La dieta de la fertilidad, en la ciudad de Nueva York.

La publicación, que recoge los pormenores científicos de la investigación de la Universidad de Harvard, fue el resultado de un experimento realizado en 18.000 enfermeras del país para establecer la relación entre lo que comen las mujeres y su fertilidad. Durante los ocho años que duró el "Nurses Health II", la mayoría de ellas logró su cometido, sin embargo, una de cada seis tuvo problemas para gestar. Después de cruzar el número de embarazos, abortos espontáneos y problemas de infertilidad con los alimentos consumidos, se elaboró una dieta que promete dar esa ayuda extra a millones de parejas que sueñan con tener un hijo.

Elija bien sus alimentos

Los investigadores descubrieron que el consumo elevado de arroz blanco, papa, pasta, así como los demás carbohidratos de rápida digestión, perjudica la producción de ovarios en la mujer. Los altos niveles de glicemia e insulina que aportan a la sangre estos carbohidratos elevaron en un 92% la posibilidad de padecer de infertilidad por problemas ovulatorios, indica el estudio. En otras palabras, se recomienda despedirse de las gaseosas, el pan blanco, las papas fritas de paquete y reemplazarlos por carbohidratos de lenta digestión, como granos, vegetales y frutas.

"La cantidad de carbohidratos que consume una persona no es lo importante, como sí su calidad", afirma el doctor Patrick J. Skerret, coautor del libro. Y añade: "si se reemplazan estos carbohidratos por grasas no saturadas, los niveles de fertilidad tienden a subir". Lograr esto es tan fácil como cocinar con aceites vegetales, como el de oliva y canola. Tan sólo una rosquilla, una cucharada de margarina o mayonesa al día son suficientes para causar complicaciones a largo plazo.

Y es que las grasas saturadas, además de ser causantes de cáncer, diabetes, obesidad y disfunción renal- condiciones médicas que pueden llevar a la muerte-, también tienen una nociva influencia sobre la ovulación, halló el estudio. Por ello, esta dieta recomienda cambiar las carnes rojas por fríjol, tofú, soya, maní y nueces, así como por todo tipo de proteínas vegetales ricas en fibra y minerales. Luego de revisar el promedio y la clase de proteínas en la alimentación de estas 18.000 mujeres, se pudo demostrar que la proteína vegetal es más proclive a aumentar la fertilidad, mientras la animal a reducirla.

Un aspecto atractivo de la dieta es que recomienda el consumo de leche entera. Dos vasos al día de esta bebida, de yogurt o de helado hacen su tarea. Sí, leyó bien, ¡helado! Los investigadores encontraron que los productos derivados de la leche entera aumentan en un 30% las posibilidades de embarazo, mientras el consumo de leche descremada y libre de grasa las reduce. "Las proteínas que se aplican a la leche para quitarle la grasa y darle consistencia, son contraproducentes para la ovulación", explica el doctor Jorge E. Chavarro.

¡Mucho ojo!, mantener a raya el exceso de calorías que aportan dos vasos de leche entera al día obliga, a quienes quieran seguir la dieta, a elevar su actividad física, a menos que quieran aumentar rápidamente de peso, otro de los factores considerados como nocivos por el estudio. Pues las pacientes que subieron o bajaron drásticamente de peso fueron más proclives a sufrir de infertilidad, mientras aquellas con un peso estable y con una masa corporal entre 20-24 mostraron mejores resultados.

El estudio confirmó que pesar mucho o muy poco afecta los ciclos menstruales femeninos, por lo que esta dieta hace énfasis en lo importante de una actividad física acorde al esfuerzo diario que realice cada persona. A diferencia de lo que muchas mujeres creen, entregarse a extenuantes sesiones en el gimnasio no les va a ayudar en materia de fertilidad. Por el contrario, puede hacer que todo empeore, indica el informe. De las mujeres que realizaban más de dos horas de ejercicio al día, el 23% tuvo más probabilidades de sufrir de infertilidad.

¡Tranquilas! Basta con 30 minutos de actividad física al día para lograr buenos resultados. Después de todo, sólo hay que tener un poco de sentido común, nada en exceso es bueno, dice uno de los apartes del libro. Recuerde que el ejercicio combate el estrés y la ansiedad, causas preponderantes de la infertilidad femenina.

El libro, que ya se vende en Estados Unidos y que llegará pronto al resto del continente, también recomienda tomar a diario un multivitamínico rico en ácido fólico, hierro y vitaminas B, cortar el consumo de tabaco, bebidas alcohólicas y disminuir el de café y té negro. Siguiendo estas recomendaciones para una vida sana se puede inclusive disminuir las causas de infertilidad, consecuencia de una endometriosis, concluye el informe.

No tan rápido. No estamos frente a la cura contra la infertilidad, ni nada por el estilo, pero sí frente a unas recomendaciones que todas y todos deben tener en cuenta, especialmente aquellas mujeres que quieran tener hijos. Eso sí, y en eso es contundente el informe, si las complicaciones femeninas son por problemas congénitos, enfermedades de transmisión sexual o condiciones del hombre y su esperma, esta no es una dieta que vaya a servir, como las otras tantas que hayan hecho en su vida.

acorzo@elespectador.com

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