1.- Un ambiente sano.
No conviene fumar ni permanecer en lugares cargados de humo.
2.- Sustancias perjudiciales.
Evita la inhalación de productos irritantes, presentes sobre todo en algunos limpiadores.
3.- Ventilación
Abre las ventanas al menos dos veces al día.
4.- Clima.
Controla la temperatura y la humedad del hogar.
5.- Relaciones.
Procura no tener un contacto físico muy cercano con personas que tengan algún tipo de infección respiratoria.
6 Ejercicio.
Una buena forma de empezar es caminando de 10 a 15 minutos cada día. También es beneficioso subir escaleras lentamente, controlando siempre la respiración.
7.- De pie
La sensación de ahogo hace que los pacientes prefieran estar sentados, lo que a la larga es perjudicial porque los movimientos se vuelven progresivamente más dificultosos.
8.- Cuidado con el alcohol.
Beber en exceso reduce las defensas y empeora la función respiratoria.
9.- Dieta.
El consumo excesivo de hidratos de carbono produce cierto grado de liberación de dióxido de carbono, empeorando la insuficiencia respiratoria. Los expertos recomiendan reducir el consumo de grasas y sustituirlas por alimentos ricos en fibra, pues favorecen la digestión.
10.- Apoyo psicológico.
Es muy importante la ayuda de un especialista por la ansiedad que se deriva de esta patología.
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