sábado, noviembre 03, 2007

Comer ajo mejora la circulación, asegura estudio científico de la U. de Alabama (E.U.)

Estimula la producción de un compuesto que dilataría los vasos sanguíneos, incrementaría el flujo de la sangre y disminuiría el daño por oxidación.

Según los médicos, el secreto estaría en compuestos orgánicos como la alicina, que en el cuerpo ayuda a desarrollar el sulfuro de hidrógeno (H2S) que mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular.

Consumirlo con cuidado

Según Alba Lucía Aguillón, coordinadora de prevención en riesgo cardiovascular de la Fundación Cardiovascular de Colombia, "el ajo regula la presión arterial, por su contenido de alicina, adenocina y ajoino, que tienen propiedades anticoagulantes y ayudarían a regular el nivel de colesterol en la sangre", comenta. También se le atribuyen propiedades antiinflamatorias.

Aguillón recomienda, como coadyuvante al tratamiento médico, tomar una cápsula de extracto de ajo (o un diente de ajo) todos los días.

Lo más aconsejable, sin embargo, es consultar con el médico antes de utilizarlo con fines medicinales, pues no remplaza ningún tratamiento.

Además, aunque es un producto natural, debe consumirse con cuidado; en exceso puede causar alergias, afectar a quienes tienen problemas de coagulación o provocar bajas de tensión.

Otros usos

A este vegetal también se le atribuyen más beneficios: consumido en ayunas para adelgazar, con jugo de limón para bajar la tensión, cocido en leche para combatir la amibiasis y puesto sobre los hongos de la piel para desaparecerlos.

Para evitar el mal olor de la boca, se pueden masticar hojas de menta o clavos de olor.

Sin embargo, muchas de estas bondades todavía no tienen soporte científico: "Se dice, por ejemplo, que aumenta los niveles de colesterol bueno en la sangre (HDL), pero aún no hay una evidencia a partir de estudios clínicos con personas que certifiquen esa información", comenta Doris Ramírez de Peña, directora del departamento de nutrición de la Universidad Nacional.

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