Un efecto ya conocido en cantinas, fiestas, bebederos... reunioncitas....
Al recibir dosis diarias de etanol, el componente intoxicante del alcohol, los insectos presentaron una conducta similar a la de los alcohólicos y comenzaron a cortejar a los de su mismo genero.
Según las pruebas, con una exposición corta a la sustancia, las moscas reportaron un incremento de las actividades locomotoras, luego perdieron el control de sus movimientos y luego quedaron sedadas.
En otra exposición, los insectos mostraron los mismos efectos, pero tardaron más en llegar a ese estado final, lo que demostró una tolerancia al efecto sedante del alcohol.
La exposición al alcohol solo indujo cambios en los machos, pues las hembras no parecieron verse atraídas por otras de su mismo género.
El experimento realizado por científicos de la Universidad de Penn State (Pensilvania, E.U.) en moscas de fruta, buscaba comprobar los efectos de la exposición crónica al alcohol sobre la conducta sexual.
Los biólogos encontraron que cuanto más expuestas estaban al alcohol mayor era su grado de desinhibición sexual y mayor también su interés en relaciones homosexuales. "Si un comportamiento como beber es más placentero cuanto más se hace, se tiende a conservarlo", explicaron a la revista especializada PLoS ONE.
Normalmente estos insectos evitan el contacto con los de su mismo género y son vigorosos en el ritual de apareamiento: las persiguen, les tocan el abdomen, les mueven las alas, les lamen los genitales y buscan el apareamiento.
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