Una polémica iniciada el pasado 14 de noviembre ha “vetado” la entrada del Papa Benedicto XVI a la Università degli Studi di Roma La Sapienza, una situación generada a raíz del rechazo mostrado mediante carta por un profesor de esta institución. Al parecer, el Papa debía visitar la universidad para ofrecer una Lección Magistral que inauguraría el año académico de La Sapienza. La queja del profesor fue secundada por otros 67 profesores que escribieron otra carta apoyando el escrito inicial.
Parece ser que hace casi 20 años, cuando el Papa era entonces Cardenal, realizó unas declaraciones que indignaron al colectivo de profesores, “en tiempos de Galileo la Iglesia fue mucho más fiel a la razón que el mismo Galileo. El proceso contra Galileo fue razonable y justo”. La historia nos muestra que Galileo Galilei fue un científico muy implicado en su trabajo y vinculado a la revolución científica sufrida en la época, rompió antiguas ideas, creencias o conceptos como puede ser el geocentrismo. El considerado padre de la física moderna, la astronomía o la ciencia, sufrió una fuerte oposición por miembros de la Iglesia, numerosos partidarios del geocentrismo e incluso científicos de la época.
Con el paso de los años se aceptaron sus ideas y trabajos e incluso la iglesia aceptó el heliocentrismo a pesar de que ello, dejaba en evidencia las traducciones que se habían realizado de los textos bíblicos, la más polémica era
la que indicaba que la Tierra era el centro del Universo. La Iglesia rindió en el siglo XX un homenaje a Galileo reconociendo públicamente actuaciones indebidas en la ciencia.
Por eso sorprende tanto que en 1990, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger realizara tales declaraciones que van incluso contra lo manifestado por otros Papas. Los profesores se sintieron entonces ofendidos y humillados, evidentemente el cardenal estaba faltando a la verdad. La tensión aumenta y la crispación científica provoca diversas acciones, como la protagonizada por los estudiantes de la Facultad de Física que decidieron cubrir una estatua de la diosa de la sabiduría romana (Minerva) con una pancarta en la que se decía “El saber no necesita ni de padres ni de curas”. Acciones de este tipo se han sucedido y han dado su fruto, el aplazamiento de la vista papal.
Inoportunas fueron las declaraciones del actual Papa hace 20 años, hoy todavía provocan crispación. De momento el aplazamiento de la visita papal ha provocado el júbilo de estudiantes y profesores, aunque hay quien dice que este proceder es una acción intolerante que va en contra de la democracia, discrepamos de estas declaraciones.
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