Por Jean Antonio
Hay dos formas en que el virus del SIDA ocasiona la muerte: indirecta (permitiendo las infecciones,el cáncer...) y directamente.
El virus del SIDA ataca y destruye un tipo de células blancas (leucocitos), células defensivas del organismo contra la infección. Estas células llamadas "Helper T-Cell", activan a su vez a otras células que producen anticuerpos, los cuales atacan a los microorganismos que invaden el cuerpo humano.
Al ser afectadas estas células blancas, la capacidad defensiva del cuerpo contra las infecciones queda seriamente impedida. Las células "Helper T" dejan de tener su papel normal y se convierten en factorías para el virus del SIDA: el virus se multiplica. En ese proceso, estas células se van destruyendo gradualmente, y según van desapareciendo, la principal defensa o inmunidad del organismo se pierde. Esto destruye por completo el sistema inmunológico.
En un reciente artículo de la revista New York presuntuosamente titulado "La Ultima Palabra en lo que Concierne a Evitar el SIDA", el autor declara abiertamente: "La gente no muere del SIDA, muere de otras enfermedades contra las cuales no pueden luchar". Sin embargo, los investigadores saben que el virus del SIDA puede matar directamente, al afectar seriamente al cerebro, sin la presencia de ninguna infección oportunista y sin destruir el sistema inmunológico.
El virus del SIDA por si sólo destruye las células del cerebro y causa la enfermedad progresiva de éste (Encefalopatía por el virus del SIDA) Los reportes médicos indican que la enfermedad cerebral producida por el SIDA es uno de los aspectos más importantes de la infección de esta enfermedad.
Actualmente hay tres etapas básicas por las cuales pasa una persona que está infectada del virus.
Primera etapa
No hay síntomas pero la persona contagia el virus.
El individuo está infectado del virus pero no muestra síntomas externos. Puede aparentar buena salud y permanecer así bastantes años. Pero la ausencia de síntomas externos es engañosa. El virus infecta gradualmente los ojos, el cerebro, los pulmones, el hígado, el bazo, los riñones, y otros órganos de las personas infectadas. Las personas que tienen el virus del SIDA, incluyendo aquellas que no tienen síntomas visibles, pueden infectar a otras.
Después que ocurre la infección, el cuerpo comienza a "expeler" el virus del SIDA, a través de varias secreciones del cuerpo. Los individuos que están infectados del virus del SIDA pero no demuestran ningún síntoma visible, son tan capaces de transmitirlo como los pacientes que lo tienen ya en su etapa final.
Todo individuo que ha sido infectado del virus del SIDA quedará infectado por el resto de su vida. Esto significa que una vez que una persona ha quedado infectada, él o ella no podrá tener relaciones sexuales íntimas sin poner en peligro la vida de otra persona. Según las regulaciones emitidas por el Centro de Control de las Enfermedades: "Cada persona.... deberá ser informada.... de que no puede tener relaciones sexuales, besar a nadie, o buscar cuidado médico o dental sin poner en peligro a su pareja o a la persona que le atienda el cuidado de su salud, exponiéndola a este virus mortal."
La eficacia del preservativo para la prevención del SIDA no ha sido probada. Se deben evitar también los besos apasionados a través de los cuales se intercambia la saliva infectada. El Dr. Slaff declara: "Los portadores del SIDA que no tienen síntomas... están poniendo a cada persona con la cual tienen relaciones sexuales en grave riesgo."
Segunda etapa - Pre-SiDA, Complejo relacionado al SIDA (Aids Related Complex [ARC])
La segunda etapa de la infección del virus del SIDA ocurre cuando un individuo infectado comienza a manifestar los síntomas, los cuales pueden incluir, pérdida de peso inexplicable, excesivos sudores nocturnos, diarrea persistente, inflamación de las glándulas linfáticas debajo del brazo y en la ingle, fatiga crónica, y/o desarreglos psicógenos.
Durante la segunda etapa de la infección del SIDA las personas tienen graves problemas de salud. Según el virus del SIDA comienza a invadir las células del cerebro y el sistema nervioso central, aparecen los síntomas de demencia. Estos incluyen pérdida de memoria crónica, pérdida del control muscular, convulsiones, mutismo (incapacidad parcial o total para hablar de forma coherente) o graves desórdenes mentales.
La gravedad de esta segunda etapa no debe de ser subestimada. La enfermedad cerebral producida por el SIDA es irreversible. Los pacientes que están sufriendo una de estas severas complicaciones relacionadas con la infección del SIDA, no están incluidos en el número total de casos de SIDA que reporta el Centro para el Control de las Enfermedades. Actualmente, sólo los casos de personas a quienes se les ha diagnosticado ya el SIDA en su etapa final, son declarados por el Centro del Control de las Enfermedades. Sin embargo, se estima que el número de las personas que tienen pre-SIDA o (AIDS Related Complex-ARC) según los investigadores, es diez veces mayor que el de las personas que tienen el SIDA ya en su etapa final.
Tercera Etapa - Etapa final del SIDA.
Las otras enfermedades que afectan a las personas que están en esta etapa se llaman infecciones oportunistas. Atacan cuando la destrucción del sistema inmunológico deja al cuerpo totalmente vulnerable. Normalmente el sistema inmunológico protege al cuerpo contra los efectos de las infecciones, pero según se destruye éste, disminuye la capacidad defensiva contra las infecciones, aparecen éstas y se extienden por todo el organismo.
Entre las infecciones oportunistas más frecuentes cabe resaltar la Neumonía por Pneumocystis carinii: Una infección parasitaria que se infiltra y aloja en los pulmones. Los pacientes que tienen esta enfermedad tienen dificultad para respirar y sienten fuertes dolores en el pecho cuando tratan de hacerlo. También tienen una tos persistente que va acompañada de pequeñas cantidades de esputo blanco.
Las probabilidades de que los que llegan a la tercera etapa del SIDA sobrevivan, son extremadamente insignificantes. Más de la mitad de los que se les ha diagnosticado ya el SIDA morirán dentro del período de 18 meses, más del 70% dentro de un período de 2 años. Prácticamente nadie a quien se le ha desarrollado el síndrome, ha vivido más de cinco años.
El SIDA es más peligroso que ninguna de las otras epidemias que han devastado a la humanidad. Enfermedades como la plaga bubónica, la viruela y otras epidemias que han infectado a los individuos manifiestan sus síntomas rápidamente. Pueden ser inmediatamente identificadas y el paciente aislado antes de que infecte a otros. Con el SIDA, debido a que al tiempo tan largo durante el cual la persona que está contagiada no muestra síntomas, hace que la enfermedad se contagie mucho más, no sea detectada y llegue a un mayor número de personas en la población.
Nota: Traducido del capítulo I del libro The Aids Coverup, Jean Antonio, Ignatius Press, San Francisco, EE.UU.
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