Investigadores demostraron que las diferencias en la conducta no solo se determinan por acción de las hormonas sexuales.
Un estudio publicado en la revista científica británica Nature muestra que los genes también tienen mucho que ver.
Experimentos con ratones en la Universidad de Yale, en Estados Unidos, revelaron que los cromosomas sexuales bastan para determinar, por ejemplo, que las mujeres son más propensas a desarrollar hábitos que los hombres, e incluso, adicciones. Esto se ha evidenciado tanto en animales -en este caso roedores- como en humanos.
Si bien, las diferencias estructurales entre hombre y mujer están definidas por factores genéticos y cromosómicos, no se había determinado que esto influyera en su conducta y comportamiento.
Los investigadores lograron dos variaciones de ratones, además de los normales machos y hembras: un ratón con gónadas masculinas (testículos) pero con cromosomas sexuales femeninos, y otro con gónadas femeninas (ovarios), pero con cromosomas sexuales masculinos.
Esto permitió diferenciar con claridad la acción de las hormonas y de los genes por separado.
En los experimentos, los ratones debieron resolver cómo llegar a la comida.
Lo que comenzó como una conducta dirigida no tardó en convertirse en un hábito: en pocos días todos los ratones sabían alcanzar su objetivo correctamente sin dudar.
Los ratones con cromosomas XX -hembras normales y ratones con una combinación de cromosomas femeninos y gónadas masculinas- aprendieron más rápidamente.
Al poco tiempo se alteró el sabor de la comida para evaluar el rechazo y la aversión a la misma.
También los XX rechazaron más rápidamente el sabor de la comida alterada y encontraron con facilidad un orificio donde había comida.
Con lo anterior los investigadores concluyeron que los comportamientos y las conductas están definidas por marcadores genéticos contrario a lo que se pensaba, que estos eran adaptaciones que los cerebros hacían por acción directa de las hormonas sexuales.
"Creemos que los resultados pueden aplicarse a las adicciones y su naturaleza compulsiva, pero nadie hizo pruebas sobre si existe esa diferencia sexual independiente de las hormonas en el hábito del consumo de drogas", dijo.
Jennifer Quinn, investigadora de la universidad de Yale, que participó en la investigación.
PARIS (AFP)
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