Por
Lilliana Vélez de Restrepo
Medellín
Las afectaciones del ruido son múltiples en el organismo humano. No solo conllevan la pérdida auditiva, sino que están asociadas a una serie de enfermedades que van desde efectos en el sistema inmune, hasta aumento del estrés e hipertensión, entre otras.
En otros casos tiene que ver con trastornos comportamentales, ya que es un contaminante adictivo.
Así lo definió Alice Elizabeth González Fernández, docente e investigadora de la Universidad de Uruguay, durante su participación en el Primer Seminario Internacional de Ruido Ambiental (Sira), que organizó el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, con la Universidad San Buenaventura y el apoyo del Área Metropolitana, Corantioquia, Acodal y el sector industrial, y en el que participaron las mejores 14 investigaciones sobre ruido de Colombia y expertos de otros seis países.
Según explicó Alice Elizabeth González, el problema hoy empieza desde la niñez cuando se promueve que los pequeños, desde temprana edad, empiecen a consumir ruido a través de aparaticos.
"El ruido adictivo fomenta la incomunicación que luego se canaliza a nivel de depresiones y agresividad. Si esto empieza en la niñez apunta a una sociedad menos solidaria e irrespetuosa cuando son adultos".
Agregó que la primera respuesta a la adicción del ruido es la incomunicación. "Primero porque el ruido enmascara, no deja oír, pero luego porque se busca el ruido para no oír. De ahí vienen otras consecuencias en el organismo y se pueden desatar otras adicciones, como el consumo de licor o drogas", precisó la uruguaya.
Su posición fue respaldada por Miriam Gómez Marín, docente e investigadora del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, y directora Académica del Sira, quien se refirió a las consecuencias del ruido en la salud.
Explicó que el ruido está asociado a problemas respiratorios, fatiga permanente, alteración del equilibrio y pérdida de reflejos.
"Además, puede ocasionar problemas de hipertensión, contracción vascular, aumento de colesterol y genera efectos digestivos", indicó Miriam Gómez.
Los trabajos de los científicos coinciden en señalar que el ruido afecta al organismo y que se requiere un mayor apoyo estatal y privado para continuar con las investigaciones.
La opinión
Alberto Bañuelos Irusta, “Estoy positivamente impactado de saber que en Medellín ya cuentan con un mapa de ruido. Ahora lo importante es monitorearlo y hacerle seguimiento para evaluar y corregir los sitios más contaminantes auditivamente”.
Alice Elizabeth González, “El ruido de ocio, afuera de los locales de diversión, es uno de los problemas más graves de nuestra sociedad. En algunos municipios son más severos y han obligado al traslado de los establecimientos a otro lugar”.
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