El cigarrillo no debe ser un juego de niños

Si usted está fumando mientras nos lee, es posible que su nombre ya esté en la lista de personas que corren el riesgo de enfermarse y morir por esta causa. Si esto no le preocupa, tenga presente que sus hijos reciben dos veces ese humo: el que sale de su cigarrillo y el que usted expulsa después de haberlo aspirado.

Si eligió fumar, probablemente le hallará gusto al tabaco, pero su hijo no, y él también es un fumador, aunque pasivo, con más riesgos de adquirir enfermedades a corto y largo plazo, porque sus órganos aún se están formando.

Cuando los padres esperan un hijo, quieren que llegue con todo en su lugar, rozagante y sano. Por supuesto, ni se les pasa por la cabeza tener a un bebé que esté hospitalizado por una dolorosa otitis (789 mil casos al año en E.U.), o quizás neumonía, bronquitis, problemas para respirar, ataques de asma, y mucho menos van a querer que ese pequeño al que tanto esperaron muera de repente (síndrome de muerte súbita).

Los padres le compran la mejor ropa, le decoran la habitación con hermosos muebles y juguetes; pero a su vez llenan ese lugar con el humo de dos, tres o diez cigarrillos cada día y ponen a su hijo en riesgo de sufrir esas enfermedades, que se presentan con frecuencia en los pequeños que están expuestos a humo de segunda mano.

La doctora Rosa Abad trabaja como médica en un centro de atención hospitalaria en Bogotá, que cuenta con una sala de atención para Enfermedad Respiratoria Aguda (ERA). Ella asegura sentirse preocupada por la alta concurrencia de los bebés a los hospitales. “Un niño que se interne con síntomas moderados de infección respiratoria aguda puede, en pocas horas, necesitar una Unidad de Cuidados Intensivos por insuficiencia respiratoria. Muchos de los menores que debemos hospitalizar y remitir viven con familiares fumadores. Debe crearse más conciencia en la comunidad sobre los riesgos que representa el humo para la salud de los niños”.

Según el Atlas Mundial del Tabaco, la exposición de una mujer embarazada al humo puede dañar su feto. El perinatólogo Saulo Molina aclara que por esta causa se presentan “malformaciones congénitas, labio leporino, disminución en el crecimiento y aumento en las tasas de aborto. Además, alteraciones vasculares, como tener placenta previa, que es cuando está por delante de la salida del bebé, situación que requiere de cesárea. La insuficiencia placentaria, es decir, la alteración vascular de la placenta y la disminución de la cantidad de oxígeno al bebé y la disminución del crecimiento, con el consecuente bajo peso al nacer”. ¿Necesita más razones para no volver a encender un cigarrillo cerca de su hijo?

Los riesgos que sufren los niños por vivir con un fumador

De acuerdo con Gustavo Aristizábal, neumólogo pediatra y coordinador del grupo de enfermedades respiratorias de la Secretaría de Salud de Bogotá, fumar cerca de los niños genera:

• 2,5 veces más riesgo de que el niño sufra de neumonía.
• 4 veces más riesgo de ser fumadores en la edad adulta, si sus padres lo son.
• 2,5 veces más riesgo de sufrir otitis crónica.
• 4 veces más riesgo de presentar asma bronquial.
• 3 veces más posibilidades de presentar síntomas frecuentes de enfermedades respiratorias si necesitó oxígeno, estuvo conectado a ventilador mecánico o tuvo problemas pulmonares.
• 1,2 veces más riesgo de sufrir muerte súbita.
• Fumar en las ventanas o en la puerta no elimina el riesgo de que el niño sufra estas afecciones.
• Estudios han demostrado que estos niños tienen menores resultados en habilidades matemáticas, razonamiento, lógica y lectura.
• Los bebés de madres fumadoras nacen con bajo peso.
• El cigarrillo de segunda mano que afecta a los niños se puede considerar como un tipo de maltrato infantil.

Los niños piden ambientes sanos

En abril de 2003, en el Día Mundial de la Salud, los infantes y jóvenes crearon un manifiesto para establecer sus deberes y exigir sus derechos por un ambiente sano.

Este documento fue respaldado por autoridades nacionales e internacionales, entre estos el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez.

Hicieron exigencias por una escuela, una comunidad y un hogar sanos. Los pequeños pidieron, entre otros aspectos, “tener unas casas limpias y libres de contaminación por el humo del tabaco, de basuras mal manejadas y de bichos que nos produzcan enfermedades”.

- Lea este artículo completo en la próxima edición de la revista de ABC del bebé.

Por Juliana Rojas H.
Redactora ABC del bebé.