Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio publicado en el International Journal of Sports Medicine. En el estudio se han comparado cuatro métodos para la recuperación tras el esfuerzo: baños con agua fría, baños con agua caliente, baños de contraste y reposo. Los baños de agua fría y de contraste son los que mejores resultados dieron cara a la recuperación.
Hay que resaltar que las mejoras no son estratosféricas, en torno al 0,1 y el 2% se mejora el rendimiento tras estos baños de agua fría, pero para competiciones que son continuas en días, tipo vueltas ciclistas o entrenamientos intensos seguidos ese porcentaje es bastante importante.
Parece ser que lo peor para recuperar tras una buena paliza física son los baños de agua caliente o el reposo absoluto, esto tiene que ver con el retorno venoso y la limpieza de metabolitos después del esfuerzo. En cambio tanto los baños de agua fría como los baños de contraste (minuto de agua caliente seguido de minuto de agua fría y así sucesivamente) si mejoran notablemente la recuperación y predisponen mejor a otro posterior esfuerzo.
Para más detalles decir que en el estudio las temperaturas que se usaron fueron de 15 grados en agua fría y 38 en agua caliente, así que ya sabemos después de entrenar, nada de agua caliente que más bien da bajonazo de tensión y a poner la ducha con agua fresquita.
Son muchos los deportistas que cada vez más utilizan estos métodos para después del entrenamiento, y esque tan importante como el entrenamiento es la recuperación para estár a punto para el día siguiente. Por supuesto esto no es la panacea, sino un complemento más para ayudar al cuerpo a recuperar junto con la alimentación, el descanso y otros métodos.
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