Huevos cocidos: se pone el huevo en agua hirviendo durante unos 12 minutos.
Huevos pasados por agua: igual que antes pero dejarlo sólamente 3-4 minutos.
Huevos escalfados: se deja hervir el agua y a continuación se echa el huevo dentro hasta que esté hecho. Lo sacamos con una espumadera.
Huevos cuajados: se pone en la sarten un poco de agua y se echa el huevo como cuando lo freimos con aceite.
Estas técnicas culinarias son simples pero eficaces, lo que se obtiene es el huevo en sí, sin añadir contenido calórico a base de aceites u otro ingredientes que incrementen su contenido calórico. La manera de acompañar al huevo ya es cosa tuya, con él solo ya te aseguraras gran cantidad de proteínas de alto valor biológico, así complementarlo con carbohidratos (pan) o algunas vitaminas y minerales no es una mala idea.
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