La posturas en los coches
Reclinar el asiento, poner los pies sobre el salpicadero, ir mal sentado, no llevar el cinturón o no usar correctamente los sistemas de seguridad infantil aumenta considerablemente tanto las lesiones como la gravedad de las mismas en caso de accidente. Es la conclusión del estudio realizado por los clubs de automovilistas europeos, entre los que se encuentran los españoles Race y Racc, para estimar el riesgo que entraña esa relajación de conductas, que propician los viajes largos o las épocas de vacaciones.
Dos pruebas de impacto frontal, con una familiabien y mal colocada, han centrado la investigación liderada por el Adac, el importante y prestigioso Automóvil Club Alemán, para pasar de la teoría a la práctica y mostrar con impactos reales el aumento del riesgo que existe cuando se pasa de un comportamiento correcto a uno incorrecto. El protocolo de EuroNCAP, el consorcio que analiza la seguridad pasiva de los vehículos que salen al mercado, ha servido para conocer las lesiones corporales que se pueden producir a 65 kilómetros por hora en cuatro supuestos bastante habituales: conductor sin cinturón, acompañante delantero con los pies apoyados en el salpicadero, niño de año y medio con el cinturón de su dispositivo de retención mal abrochado y niño de tres años sobre un cojín elevador sin respaldo, que duerme con la cabeza recostada sobre el cinturón lateral del asiento.
Paralelamente, otro crash-test, con los ocupantes del vehículo perfectamente colocados, sirvió de referencia para valorar la importancia de mantener las posiciones de asiento correctas. Tras los impactos, los resultados son contundentes, dado que en todos los casos se demuestra el alto riesgo que conlleva no mantener una posición adecuada dentro del vehículo, actitud que puede, incluso, provocar la muerte, porque son importantes las lesiones craneoencefálicas que se producen, así como los daños en tórax, cara, ojos y extremidades inferiores. También las lesiones pasan de leves a mortales en los dos supuestos estudiados para niños.
¿Qué nos puede pasar?
Sin cinturón: la cabeza golpea contra el techo y el parabrisas, hay un fuerte aplastamiento del pecho y las piernas soportan una carga extremadamente alta, al penetrar profundamente en el tablero de instrumentos.
Con los pies en el salpicadero: Al tener tapada la salida, el airbag revienta, empujando las piernas hacia arriba y a través del parabrisas. Eso genera fracturas y cortes profundos en piernas y pies.
Con el asiento reclinado: El sujeto se desliza hacia adelante por debajo del cinturón, que penetra profundamente en el pecho y la zona abdominal, produciendo lesiones en los órganos internos, al concentrarse toda la fuerza del impacto en la zona abdominal. Retención infantil incorrecta: Al salirse la sillita del cinturón, en caso de impacto los valores de carga se multiplican por dos. Se superan los límites biomecánicos en la zona del pecho y la cabeza del niño golpea contra el asiento delantero. En ese supuesto, también el sistema de retención puede salir despedido del coche sin control.
El niño se duerme y resbala el cinturón: En el elevador sin soporte lateral, el niño cae de lado al dormirse. Si hay un impacto frontal, el cinturón corta profundamente los órganos blandos de la zona abdominal. Además, el estiramiento de pecho y nuca supera el valor límite biomecánico.
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