El aumento constante de la polución podría poner en peligro a la especie humana, dicen los científicos. Han arribado a esta conclusión luego de demostrar que el índice de mutaciones presente en el esperma de ratas de laboratorio sometidas a contaminación trepa a un alarmante 60%. En humanos, el aire de las ciudades podría estar causando trastornos similares.
Seguramente vives en algún área urbana, y ya te has acostumbrado a respirar el aire cargado de humos y olores de las procedencias más variadas. Sin embargo, tus testículos pueden estar produciendo esperma mutado, que pueden provocar desde casos leves de infertilidad hasta terribles defectos congénitos. Vamos mal: tras que cada vez somos menos necesarios, aparece esta noticia.Es que un estudio llevado a cabo en Canadá por científicos del Departamento de Salud de Otawa, en el que varios roedores fueron sometidos al aire contaminado de zonas urbanas industriales, demostró que el 60% del esperma de estos animales presentaba algún tipo de anomalía. La contaminación producida por las partículas químicas y metales pesados presentes en aire procedente de dos fundiciones de acero y una autopista de elevado tráfico, en Hamilton, Ontario, bastaron para producir este efecto en solo 3 semanas.Los roedores fueron obligados a respirar el aire contaminado. Puestos en jaulas ubicadas a dos kilómetros de las fundiciones y a uno de la autopista, en las afueras de Hamilton (Ontario, Canadá). Luego de un periodo de entre tres y diez semanas, el esperma de los roedores fue analizado. Los resultados fueron publicados hace unos días en la revista “Proceedings of the National Academy of Science”.Para que el experimento no plantease ningún tipo de dudas, un grupo de ratones utilizados como control fue expuesto durante el mismo tiempo a la contaminación, pero utilizando filtros que evitaban el 99% de las partículas suspendidas en el aire. Estos ratones no sufrieron alteraciones en las células de sus espermatozoides.Un análisis profundo del ADN de los roedores mostró un importante aumento en los casos de mutación, aunque esta frecuencia disminuyó considerablemente una vez pasadas seis semanas desde la exposición a los contaminantes.Carole Yauk, líder del equipo de científicos y perteneciente a la Universidad de McMaster, explica que “los cambios en la estructura de las células pueden tener grandes repercusiones en la estabilidad del genoma, en la expresión de los genes y en la estructura de la cromatina”. La cromatina es el material genético que no está organizado en cromosomas. A pesar de que se deben realizar investigaciones más profundas, las mutaciones parecen provenir de las mezclas de los productos químicos que se emiten al aire. Los humos procedentes de la quema de combustibles fósiles potencialmente afectan a millones de personas en todo el mundo.
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