Cuidar el jardín, elegir las escaleras en vez del ascensor o decidir andar en vez de ir siempre en coche. Estos pequeños gestos pueden ser una defensa contra la demencia vascular. Así lo afirma al menos un artículo que aparece en la edición digital de la prestigiosa revista científica 'Neurology'. En él, se afirma que las personas mayores de 65 años que realizan de forma regular ejercicio moderado tienen un menor riesgo de padecer demencia vascular.
El estudio le han hecho científicos del Hospital Universitario Orsola Malpighi en Bolonia (Italia) a lo largo de los últimos cuatro años. Han participado 749 hombres y mujeres italianos de más de 65 años y que no padecían ningún problema de demencia antes de que comenzara la investigación.
El estudio consistió en medir la intensidad de la energía aplicada en las actividades diarias, tales como hacer las camas, la comida o caminar para hacer la compra. Cuando finalizó el estudio, 54 personas desarrollaron alzhéimer y 27 demencia vascular.
Esfuerzo físico
Aunque el dato más revelador que arroja esta investigación es que el ejercicio moderado tiene más beneficios que el intenso a la hora de prevenir la demencia vascular. Los datos arrojaron que los mayores de 65 años que realizaban tareas cotidianas que requieren un pequeño esfuerzo físico tenían un 29% menos de posibilidades de desarrollar una enfermedad de este tipo, mientras que los que hicieron un ejercicio de mayor intensidad reducían este problema en un 24%. La conclusión es que a partir de los 65 años y para prevenir la demencia vascular, es más efectivo realizar un ejercicio moderado de forma constante.
El director del estudio, Giovanni Ravaglia, ha asegurado que sus descubrimientos «muestran que la actividad física moderada, como caminar, y todas las actividades físicas combinadas disminuían el riesgo de demencia vascular en los mayores de 65 años de forma independiente a los factores sociodemográficos, genéticos y médicos.
Es posible que el ejercicio mejore el flujo sanguíneo cerebral y, por ello, disminuya el riesgo de enfermedad cerebrovascular, un factor de riesgo en la demencia cardiovascular. De todas formas deberemos seguir estudiando en este campo».
Mientras los científicos lo hacen, hacer la cama o salir a pasear con el perro adquieren una dimensión diferente.
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