JUAN RUIZ SIERRA
MADRID
Un hombre saca un trozo de comida de un tubo ante los ojos de un orangután. Después, vuelve a colocar el alimento dentro del recipiente y se lo entrega al animal. El orangután no puede abrirlo. El hombre repite la operación --abrir el tubo, sacar la comida-- pero esta vez frente a un niño de dos años y medio. El niño lo observa. Enfrentado a la misma prueba que el mono, el crío consigue hacerse con los víveres. ¿Por qué él puede y el simio no? Un estudio que hoy publica Science, en el que han participado dos científicos españoles, aporta claves sobre las distintas formas de pensar de humanos y monos.MADRID
Es cultural. Los científicos, hasta ahora, se han debatido entre dos teorías para explicar la mayor inteligencia del hombre respecto al simio. La primera, llamada hipótesis de la inteligencia general, viene a decir que esta diferencia se debe únicamente a que el cerebro de los humanos es más grande. La segunda, la hipótesis de la inteligencia cultural, sostiene que obedece a que los hombres tienen la capacidad de interpretar intenciones e imitar a otros para resolver problemas.
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