domingo, septiembre 09, 2007

Los aditivos de refrescos y de 'chuches' causan hiperactividad

BEGOÑA ARCE
LONDRES
Si un niño no puede estarse quieto, es incapaz de prestar atención o no logra concluir cualquier cosa que esté haciendo, hay que revisar su dieta. Un equipo científico de la Universidad inglesa de Southampton ha vinculado la hiperactividad de muchos menores con los aditivos artificiales que ingieren a diario en chucherías y en refrescos.
Los investigadores seleccionaron al azar a 300 niños de 3 y 8 años y observaron cómo los que tomaban un cóctel de aditivos, similar a la cantidad y tipos de los que se consumen diariamente, perdían la capacidad de concentración y su comportamiento se tornaba más impulsivo. Los resultados del estudio, encargado por un organismo gubernamental, la Agencia de Control Alimentario británica (FSA), han sido publicados en la revista The Lancet.

EL DEBATE DE LA PROHIBICIÓN
Entre las sustancias se cita el conservante benzoato de sodio (E211) empleado en refrescos como Pepsi Max, Fanta o Sprite y los colorantes artificiales E110, E102, E122, E124, E129 y E104, frecuentes en caramelos, helados, dulces y comidas preparadas. A juicio de los investigadores, las conclusiones del estudio pueden tener un efecto "sustancial" en la regulación de aditivos en los alimentos.
La FSA advierte a los padres de los efectos de estos productos, pero se niega a prohibirlos. Una respuesta "totalmente inadecuada", según organizaciones ecologistas y relacionadas con la infancia, que reclaman su prohibición. El profesor Jim Stevenson, del equipo investigador, aclaró que la hiperactividad infantil puede tener causas muy variadas y "los padres no deben pensar que por eliminar los aditivos de la comida pueden prevenir estos desórdenes".
La Comisión Europea ha pedido a la Autoridad Europea de la Seguridad Alimentaria (AESA) que evalúe los resultados del estudio para decidir si impone medidas sobre esas sustancias. Bruselas quiere tener los resultados antes de final de año.

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