¿Cuáles son las enfermedades más comunes desencadenadas por la  obesidad?
El riesgo de diabetes mellitus aumenta en relación  con el grado, duración de la obesidad y la distribución abdominal del  tejido graso. El colesterol y los triglicéridos altos se asocian a  obesidad abdominal. El desgaste articular en obesos es mayor en tobillos  y rodillas. Además, es más frecuente que padezcan de cáncer que el  resto de la población. Hay también alteraciones en los mecanismos de la  respiración. Sin embargo, una de las más severas complicaciones es lo  referente a la adaptación social.
¿Qué hace que la  obesidad genere otras enfermedades?
Partiendo de la  definición de obesidad como una enfermedad crónica y multifactorial y  del conocimiento de que la obesidad es una acumulación de grasa en el  cuerpo, podemos determinar que hay dos tipos de enfermedades asociadas.  Las primeras son las mecánicas: lesiones de las articulaciones de las  rodillas, tobillos, caderas y columna. Incontinencia urinaria por efecto  del aumento de presión dentro del abdomen. El reflujo gástrico,  manifestado en agrieras, también por aumento de presión en el abdomen.  La apnea obstructiva del sueño que significa que el paciente obeso al  dormir presenta obstrucción de las vías respiratorias altas y ronquido.
Las  segundas son las metabólicas: aumento de la glucosa y falta de  respuesta a la insulina. Aumento del colesterol, triglicéridos y el  ácido úrico.
¿Qué síntomas indican la aparición de otras  enfermedades?
Cada una tiene síntomas específicos. Es  frecuente encontrar dolencias articulares en rodillas y tobillos, en  algunos casos en la cadera o la columna, esto lleva a dificultades  importantes para la marcha, el trabajo y la actividad física, generando  mayor sedentarismo. Es queja frecuente el reflujo gástrico: agrieras,  vómito y trastornos de la garganta. También manifiestan dificultades  respiratorias y una de las más comunes es la obstrucción respiratoria al  dormir, esto se manifiesta con ronquidos, despertares súbitos con susto  o sensación de muerte. Otras enfermedades metabólicas no traen síntomas  asociados, sino que manifiestan sus consecuencias, es el caso de las  descompensaciones de la diabetes, la hipertensión arterial, el infarto  cardiaco, las crisis de gota etc.
¿A qué tipo de  especialistas debe recurrir una persona que sufra de obesidad?
Los  pacientes obesos deben consultar en primer lugar al médico general para  evaluar su estado general de salud. Si el paciente se diagnostica como  obeso debe ser tratado por un grupo interdisciplinario conformado por  cirugía laparoscópica, medicina interna y en algunos casos  endocrinología, psiquiatría, nutrición y dietética, medicina física y  fisioterapia.
Todo paciente que tiene diagnóstico de obesidad, debe ingresar a un  programa de cambios de estilos de vida, que incluya actividad física,  cambios de hábitos nutricionales, apoyo psicológico y acompañamiento de  personal médico: medicina interna, endocrinología, medicina del deporte,  etc.
Por su parte, la actividad física debe iniciarla con  programas guiados por especialistas y realizar trabajos de tipo aeróbico  (caminar, bailar, nadar, bicicleta, elíptica, etc.), combinándolos con  trabajos de fuerza y de flexibilidad para modificar la composición  corporal.
En la etapa inicial no es tan importante estar  pendientes del peso, pues, por lo general los pacientes obesos son  sedentarios y cuando se inicia la actividad física en los trabajos de  tipo aeróbico y de fuerza, se mejora la masa muscular, ésta al pesar más  que la grasa, puede dar como resultado ganancia de peso o estabilidad.  Este factor es lo que más hace abandonar la actividad física en los  pacientes. Cuando el paciente tiene una vida laboral alta, lo que le  impide estar en un programa y quiere iniciar su actividad física, lo más  recomendable, es una visita al médico del deporte para una evaluación  completa y para que le indique qué ejercicios realizar.
Una buena  forma es caminar contabilizando los pasos en el día, esto se a través  de los podómetros que traen algunos celulares o relojes. Se debe medir  así:
-Menos de cinco mil pasos/día: sedentario.
-De 5 mil a  7499 pasos/día: actividad baja.
-De 7500 a 9999 pasos/día: algo  activo.
-Más de 10 mil pasos/día: persona activa.
-12.500  pasos/día: altamente activa
Se hace uso del podómetro en caso de  que el paciente no tenga problemas de osteoartrosis, hiperpresión  patelo-femoral, condromalacia u obesidad mórbida. Sin embargo, si hay  una banda o una elíptica en la casa, se le enseña cómo usarla y el  tiempo que debe estar en ella, para evitar dolores, lesiones, incluso  con qué ropa debe usar.
La actividad física puede hacerla en la  noche después de la jornada laboral y como no es intensa ayuda a  conciliar el sueño. Los trabajos de fuerza, luego de enseñarlos se  pueden hacer en casa, usando el propio peso de la extremidad o con  bandas elásticas. Para terminar se debe hacer un buen estiramiento.
Manejar  la actividad física es fácil, haciéndola parte de nuestra vida, lo  importante es que se inicien estos trabajos de una forma correcta e  individualizada, para evitar lesiones en las personas que lo practican.  La enseñanza es modificar nuestros estilos de vida, para evitar esta  enfermedad que ya es una pandemia mundial.
 
 
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